Cuéntame OTRO cuento: Clientes indefensos en un mundo de piratas
No dejo de sorprenderme con la falta de profesionalidad de algunos de mis compañeros del sector de la Comunicación y el Marketing. Este post no pretende transmitir la impresión de que soy la mejor profesional, porque seguramente no lo sea. Pero sí soy honrada. Digo lo que sé hacer, reconozco mis limitaciones, no vendo humo, no dejo colgados a mis clientes.
Os prometo que las conversaciones que plasmo en estas imágenes preparadas para compartir como carrusel en redes sociales son reales y forman parte de mi día a día. A veces personas de mi círculo más cercano no terminan de comprender a qué me dedico.
– “Pero, ¿y te pagan por estar todo el día en Facebook (antes, ahora Instagram o similar)?”
– Bueno, me pagan por llevarles la Comunicación de su empresa o institución, por crearles a algunos la web, la tienda online, por actualizarles los contenidos de su página, gestionar sus redes sociales, por realizar campañas puntuales de publicidad, redactar notas de prensa y enviarlas, diseñar sus creatividades para redes, redactar y maquetar presentaciones comerciales, etc. (Ellos ponen la misma cara de interés que de desconocimiento).
Soy la primera interesada en pagar mis facturas, sé que el trabajo hay que cobrarlo. También pienso que al cliente hay que cuidarlo, no se le puede considerar una máquina de hacer dinero. Trabajo con algunas instituciones y empresas ya muy consolidadas y entiendo que más solventes económicamente que otros clientes que al final son micropymes y a quienes colaborar conmigo les supone un esfuerzo importante. Con todos ellos intento ser justa por igual. Dedicarles más o menos tiempo, pero nunca engañarles ni sangrarles. Este tipo de situaciones, reales, me indignan, y me parece que flaco favor hacen algunos compañeros al sector al que ahora me dedico con actitudes tan vergonzosas.
Lo siento, pero tenía que decirlo. Me canso de tanto pirata, de tanta mega empresa que luego da peor servicio que yo con mis recursos. Unos amigos-clientes míos dicen que les gusta implicarse en lo que ellos llaman #ProyectosConAlma, y yo sé que ellos se vuelcan en cuerpo y alma con sus clientes. Así debería ser una colaboración profesional, ¿no crees?
¿Alguna vez has vivido una situación como las que se describen a continuación? ¡Sal corriendo de ahí!



